Sonríe

Clínica González Macías

Disculpe. Antes de nada, permítame que me tome la confianza de tutearle en este artículo, pues el mensaje que pretendo transmitirle quiero que llegue limpio; de tú a tú; sin formalidades de por medio.

 

«Una sonrisa es una línea curva que lo endereza todo»  –  Phyllis Diller

 

No necesitas nada más que un instante para hacerlo. No te lleves la mano al monedero, pues (de momento) no lleva IVA. Inténtalo. Sé que es un gesto sencillo de ejecutar, pero parece estar  en peligro de extinción. La próxima ocasión que salgas a la calle, párate a mirar a tu alrededor y sorpréndete; nadie sonríe. Algunos te dirán que con los tiempos de crisis, la sonrisa es un lujo que no se pueden permitir; otros, que ya han sonreído todo lo que tenían que sonreír durante su vida, y habrá también quien te diga que sencillamente no les apetece.

Mientras lees estas líneas, puede que hayas tenido un mal día; quizás sea lunes; tal vez te acaben de despertar las obras de tu vecino de arriba, o  a lo mejor un poco de todo ello. Probablemente, no sea el mejor momento para arrancarte una sonrisa.

No obstante, lo intentaremos.

Existe un amplio abanico de beneficios que te otorga el sano ejercicio de estirar hacia los lados la comisura de tus labios. Mientras sonreímos, las sustancias segregadas por diferentes glándulas son vehículos que recorren nuestro organismo a través de la sangre, aportando a cada órgano una energía regeneradora extremadamente benéfica para el cuerpo, permitiendo:

 

  • Aliviar el estrés. Se mejora la salud mental a través de la liberación de endorfinas, haciéndonos partícipes de una agradable sensación de confort.

 

  • Estimular nuestro sistema inmunitario.

 

  • Reducir la tensión arterial, aumentando así la protección ante enfermedades cardio-vasculares.

 

  • Ayudar a combatir la depresión, el insomnio, el miedo y la ansiedad.

 

  • Quemar calorías. Sonreír no va a provocar que dejes de ir al gimnasio, pero sí es cierto que las contracciones musculares que se producen (en el rostro, abdomen, incluso en las manos y los pies) aumentan la frecuencia cardíaca y el ritmo respiratorio, provocando una demanda extra de oxígeno para la combustión del aumento de calorías.

 

  • Sofocar el dolor. No actúa directamente contra una enfermedad, pero ayuda de manera inconsciente a luchar contra ella de forma positiva.

 

 

Como puedes comprobar, nunca antes algo tan sano y sencillo de ejecutar, costó menos esfuerzo físico y económico.

En González Macías lo tenemos claro. Nos encanta sonreír y hacerte sonreír. ¿A qué esperas para sumarte a la iniciativa?

 

#sonríe365

 

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