Comenzamos en Egipto, este curioso e interesante viaje, para adentrarnos en los entresijos de la Historia; siempre tomando como punto de referencia y denominador común, la odontología. Así pues, acompañados del Dr. Julio González Iglesias, y gracias a nuestro paciente Ángel Vázquez Jiménez, que puso este libro en nuestras manos, iremos descubriendo interesantes historias acerca de personajes reconocidos, o civilizaciones ancestrales.
La dentadura de los faraones es la primera parada de muchas que esperamos compartir en este Blog. Deseamos que os parezca tan interesante como a nosotros.
«…La civilización egipcia duró varios milenios, alcanzando cotas culturales y tecnológicas verdaderamente sorprendentes. Sin embargo, algo echamos en falta en los infinitos restos que nos legó. No se ha encontrado ni un objeto de higiene dentaria (cepillos, esponjas, mondadientes) ni una prótesis dental, aunque fuera lo rudimentaria que cabría esperar de tan lejanos tiempos. (…)
La harina para hacer el pan, desgastó la superficie de sus muelas, provocando abscesos y fístulas dentales. Trataban estos trastornos con multitud de remedios pero no reponían las piezas perdidas. (…) Por eso a Ramsés II, se le embalsamó sin varias muelas y con los maxilares arruinados por efecto de las infecciones dentales. Bien es cierto que los médicos egipcios conocían los efectos anestésicos del beleño o la mandrágora. A veces, para librarse de los dolores incluso dormían sobre almohadas de amapolas. Pero los dolores de muelas desafiaban la botánica, y aun el efecto químico de la piedra de Menfis, de composición carbonatada. (…) ¿Quién se imagina a Ramsés II, el gran constructor de templos y vencedor en Kadesh de los hicsos conduciendo su glorioso carro roído por las odontalgias?
El faraón Tutankhamón tenía los dientes del lado derecho cubiertos de sarro, un absceso alveolar debajo de los incisivos inferiores y otro encima del canino superior derecho. Antes de morir había perdido los incisivos superiores y sufrido una supuración en la nariz del primer molar inferior izquierdo.
Según asegura el doctor J.J. Quenouille, ya en esta época existían médicos que ejercían como dentistas. Conocemos el nombre de algunos de ellos, por ejemplo Hesy-Re, que ejerció hacia el año 2800 AC sirviendo al faraón Zoser.
Aquéllos sí que eran facultativos de categoría…»
*Lectura extraída del libro “Bocas imperiales”, escrito por el Dr. Julio González Iglesias. (Edit. Altana Pharma SA)